Con frecuencia recibo consultas relacionadas sobre cómo puedo hacer para que mi marido, mi hijo, mi… cambie. Pero debemos saber que la vida no es manipulable.
Debemos ser conscientes que intentar que el otro cambie es uno de los actos más egoístas que podemos hacer.
Mi bienestar nunca puede depender de algo externo. Únicamente puedo aprovechar lo que estoy experimentando en mi vida para hacer consciente aquello que no estoy viendo en mi.
Tampoco puedo intentar hacer cambios para que las situaciones externas cambien de una forma determinada. Así únicamente estaré tratando de manipular la vida y rechazar aquello que no me gusta experimentar. Esto no significa que tengamos que quedarnos anclados en una determinada experiencia, pero el cambio no puede suceder desde el rechazo a lo que estoy viviendo.
‘Las relaciones están aquí para hacerte consciente, no para hacerte feliz’. Eckhart Tolle
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Asumir que no hay nada fuera de mi, me obliga a aceptar lo que estoy viviendo desde la responsabilidad. No desde la culpabilidad. Asumir que todo lo que veo es una interpretación basada en mis juicios y creencias.
Cuando hablamos sobre la responsabilidad a nivel general puede parecer muy bonito y muy profundo pero cuando nos centramos en el tema que nos afecta es cuando nos podemos sentir incómodos.
Aceptar la experiencia completamente muchas veces implica aceptar una parte de mi que no me resulta agradable, pero para poder conocerme tengo que asumirme y aceptarme totalmente. No es posible aceptar mi responsabilidad de forma parcial, ya que así seguiremos dando opción a que nuestro ego interprete la situación y busque una causa externa a la que culpabilizar.
Se trata de asumir lo que siento y lo que esa experiencia me esta mostrando.
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